dejamos la entrevista.
Le pillamos en plena maratón de entrevistas. Una horda de periodistas y fotógrafos aguardamos pacientemente para tener unos minutos con él. Llega nuestro turno. Nos atiende bien mediada la tarde, aún sin comer. Está de promoción de Águila roja. La película (desde el pasado 20 de abril en cines). Sorprende ver cómo el ayuno y la dura jornada de pregunta-respuesta no le han hecho perder la sonrisa ni la paciencia -paladea cada respuesta-. Señoras y señores, con ustedes: David Janer, el héroe de moda
-¿Cómo llevas esta parte de la profesión: la promoción?
Pues bien y mal. Es una maratón de entrevistas en radio, televisión, periódicos,...una auténtica locura, pero tiene sus partes positivas.
-La serie ha salta al cine hace poco. ¿Dime algo nuevo que vaya a encontrar el espectador que no haya visto ya en la serie?
Creo que la película ofrece al espectador mucho más de todo: más acción, más comedia, más drama, más romanticismo. Son dos horas para disfrutar de lo lindo y quedarse pegado a la butaca.
-Águila roja ya se emite en más de 20 países. ¿Esperabas algo así cuando empezabas a rodar?
Al principio había dudas, sabíamos que por su formato bien podía ser un éxito o un batacazo. Esa mezcla de estética moderna con clásica nos hacía dudar pero a la postre parece que ha calado muy hondo en el público.
-¿Cuál es, a tu juicio, el gran secreto de que millones de espectadores estén cada semana enganchados?
Creo que la clave está en que toca diferentes géneros: la comedia, la acción, el drama, historia,... Esto, junto a unos personajes muy cercanos, con los que es fácil empatizar, y tramas para todas las edades, han formado un cóctel perfecto.
-¿Cómo se llevas esa presión del éxito?
Pues de momento lo llevo muy bien. La gente ha respondido de manera magnífica y eso hace que todo sea más llevadero. Colocar a seis millones de personas cada semana frente al televisor no es nada fácil pero también te da más confianza. Aunque ahora los nervios están en ver cómo va a funcionar en el cine.
-De no ser el héroe, ¿a qué otro personaje te hubiera gustado interpretar?
Sin duda tiraría por el contrapunto a Águila roja; me decantaría por el Cardenal o el Comisario.
-El héroe en la ficción lucha contra las injusticias y la opresión de los más poderosos. ¿Contra qué crees que lucharía hoy en día ‘Águila roja’?
¡Uf! El pobre creo que no pararía; con tanta injusticia no daría abasto en la actualidad. Creo que los temas que trata en la serie son universales así que hoy en día seguiría luchando contra la injusticia, la violencia y la corrupción.
-Todos admiramos a los superhéroes, ¿el meterte día a día en la piel de uno te ha hecho cambiar tu visión sobre ellos?
Siempre me ha gustado el cine de acción. Te cambia un poco la visión; piensas ‘qué bonito todo’ pero también sabes del gran trabajo que hay detrás de cada escena y lo valoras un poco más.
Pues bien y mal. Es una maratón de entrevistas en radio, televisión, periódicos,...una auténtica locura, pero tiene sus partes positivas.
-La serie ha salta al cine hace poco. ¿Dime algo nuevo que vaya a encontrar el espectador que no haya visto ya en la serie?
Creo que la película ofrece al espectador mucho más de todo: más acción, más comedia, más drama, más romanticismo. Son dos horas para disfrutar de lo lindo y quedarse pegado a la butaca.
-Águila roja ya se emite en más de 20 países. ¿Esperabas algo así cuando empezabas a rodar?
Al principio había dudas, sabíamos que por su formato bien podía ser un éxito o un batacazo. Esa mezcla de estética moderna con clásica nos hacía dudar pero a la postre parece que ha calado muy hondo en el público.
-¿Cuál es, a tu juicio, el gran secreto de que millones de espectadores estén cada semana enganchados?
Creo que la clave está en que toca diferentes géneros: la comedia, la acción, el drama, historia,... Esto, junto a unos personajes muy cercanos, con los que es fácil empatizar, y tramas para todas las edades, han formado un cóctel perfecto.
-¿Cómo se llevas esa presión del éxito?
Pues de momento lo llevo muy bien. La gente ha respondido de manera magnífica y eso hace que todo sea más llevadero. Colocar a seis millones de personas cada semana frente al televisor no es nada fácil pero también te da más confianza. Aunque ahora los nervios están en ver cómo va a funcionar en el cine.
-De no ser el héroe, ¿a qué otro personaje te hubiera gustado interpretar?
Sin duda tiraría por el contrapunto a Águila roja; me decantaría por el Cardenal o el Comisario.
-El héroe en la ficción lucha contra las injusticias y la opresión de los más poderosos. ¿Contra qué crees que lucharía hoy en día ‘Águila roja’?
¡Uf! El pobre creo que no pararía; con tanta injusticia no daría abasto en la actualidad. Creo que los temas que trata en la serie son universales así que hoy en día seguiría luchando contra la injusticia, la violencia y la corrupción.
-Todos admiramos a los superhéroes, ¿el meterte día a día en la piel de uno te ha hecho cambiar tu visión sobre ellos?
Siempre me ha gustado el cine de acción. Te cambia un poco la visión; piensas ‘qué bonito todo’ pero también sabes del gran trabajo que hay detrás de cada escena y lo valoras un poco más.
-¿Cuánto trabajo tiene detrás cada una de esas escenas de acción que salpican la serie y la película?
Pues un montón de trabajo de gimnasio y una dieta bastante estricta. Esto me lo impusieron desde el principio. De lo que se trataba era de dar credibilidad al personaje, que al verme la gente entendiera que pudiera dar esos saltos y golpazos que doy a los malos.
-¿Cómo llevas eso de quitarte la camiseta cada dos por tres...?
Pues la verdad es que es una de las desventajas que tiene mi personaje. Sé que hay que hacerlo en cada capítulo pero si te digo la verdad no soy muy partidario de quitármela. Bueno, al menos, eso sí, el trabajo de gimnasio bien que lo luzco (risas).
-En la película no faltan escenas dramáticas, pero, ¿en cuál te sientes más cómodo en éstas o en las de acción desenfrenada?
Pues depende mucho de cada secuencia. No tengo ninguna favorita, le verdad, quizás hay algunas, como comentas, más dramáticas, y son esas las que más te exigen como actor y las que más me gusta hacer.
-¿Qué ha sido lo que más te ha fascinado de aquella España del Siglo XVII que actúa como marco y escenario de la historia?
La estética, los ropajes, los castillos, los palacios, los paisajes, me encantan, aunque también te digo que no sería mi época ideal para vivir.
-El estar tantos años interpretando a un personaje de unas determinadas características supone el riesgo para muchos actores del encasillamiento. ¿Temes que esto te pueda ocurrir a ti?
Está claro, este es un riesgo que está ahí. Siempre lo tengo presente pero ahora lo prioritario es la serie, que siga en antena, triunfando. Es lo que más me importa ahora mismo.
-¿Siendo actor, el éxito, como el logrado con esta serie, te lleva a la realización profesional o esto aún lo estás buscando?
Aún queda mucho camino por recorrer. En esta profesión siempre se sigue aprendiendo cada día. Ahora puedo vivir de ello pero es algo muy inestable: hoy está arriba y mañana abajo, yo ya lo he vivido después de rodar Compañeros volví a mi antiguo trabajo pintando calles en Granollers... Así que aún queda lejos eso de la realización profesional.
-Creo que estás estudiando Filosofía, ¿Cómo llevas la carrera? Supongo que no te faltará gente para dejarte los apuntes
Así, y te voy a decir que es lo que mejor llevo. Estudio los fines de semana y en huecos que tengo sueltos...
Pues un montón de trabajo de gimnasio y una dieta bastante estricta. Esto me lo impusieron desde el principio. De lo que se trataba era de dar credibilidad al personaje, que al verme la gente entendiera que pudiera dar esos saltos y golpazos que doy a los malos.
-¿Cómo llevas eso de quitarte la camiseta cada dos por tres...?
Pues la verdad es que es una de las desventajas que tiene mi personaje. Sé que hay que hacerlo en cada capítulo pero si te digo la verdad no soy muy partidario de quitármela. Bueno, al menos, eso sí, el trabajo de gimnasio bien que lo luzco (risas).
-En la película no faltan escenas dramáticas, pero, ¿en cuál te sientes más cómodo en éstas o en las de acción desenfrenada?
Pues depende mucho de cada secuencia. No tengo ninguna favorita, le verdad, quizás hay algunas, como comentas, más dramáticas, y son esas las que más te exigen como actor y las que más me gusta hacer.
-¿Qué ha sido lo que más te ha fascinado de aquella España del Siglo XVII que actúa como marco y escenario de la historia?
La estética, los ropajes, los castillos, los palacios, los paisajes, me encantan, aunque también te digo que no sería mi época ideal para vivir.
-El estar tantos años interpretando a un personaje de unas determinadas características supone el riesgo para muchos actores del encasillamiento. ¿Temes que esto te pueda ocurrir a ti?
Está claro, este es un riesgo que está ahí. Siempre lo tengo presente pero ahora lo prioritario es la serie, que siga en antena, triunfando. Es lo que más me importa ahora mismo.
-¿Siendo actor, el éxito, como el logrado con esta serie, te lleva a la realización profesional o esto aún lo estás buscando?
Aún queda mucho camino por recorrer. En esta profesión siempre se sigue aprendiendo cada día. Ahora puedo vivir de ello pero es algo muy inestable: hoy está arriba y mañana abajo, yo ya lo he vivido después de rodar Compañeros volví a mi antiguo trabajo pintando calles en Granollers... Así que aún queda lejos eso de la realización profesional.
-Creo que estás estudiando Filosofía, ¿Cómo llevas la carrera? Supongo que no te faltará gente para dejarte los apuntes
Así, y te voy a decir que es lo que mejor llevo. Estudio los fines de semana y en huecos que tengo sueltos...
podéis bajaros la revista:
http://www.eccus.net/index.php?option=com_content&view=article&id=4887%3Aeccus-326&catid=109%3Aonline&Itemid=100001
info
http://www.eccus.net/index.php?option=com_content&view=article&id=4856:entrevista-david-janer&catid=37&Itemid=71
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